Andrés Espinoza, los mercados y el futuro que amanece....

Se llama Andrés Espinoza y es un hombre realmente apasionado.  Le apasiona el trabajo, la música y la comunicación con las personas, y destaca en todo ello con la energía sobresaliente de la que hace derroche permanente.  Pero hay en él una pasión mas poderosa y absorbente: Es un enamorado incondicional de San Salvador.  Y como todo enamorado, sufre junto a la ciudad de sus angustias y de sus problemas, de su permanente ausencia de soluciones y de su maraña incomprensible de tormentos urbanos. 

Pero Andrés Espinoza tiene respuestas, soluciones, y proyectos, frutos lógicos de años de estudio y dedicación a la problemática dolorosa de la Capital. Sabe qué hacer y lo ha predicado por todos lados y en todas las tribunas. Muy poco escuchado, muchísimo menos atendido. Los pueblos tercermundistas están siempre listos para agredir a sus profetas, aunque profeticen un mejor futuro, porque muchas veces también denuncian los errores cometidos y desentierran cadáveres malolientes.

Ahora se le ha confiado la conducción del Sistema de Mercados de San Salvador, y se  ha vuelto a enamorar. Aunque ha encontrado los mismos difíciles problemas y las mismas ausentes soluciones, ya comenzó a soñar, a planificar a trabajar.  Y ya tiene mucho qué decir, y cuando plantea sus visiones de renovación y cambio, brillan sus ojos y explotan sus ideas. A veces lógicas, a veces idealistas, pero todas con su energía, que quizá es el motor necesario que impulsará el gran cambio.

Nosotros, los que le conocemos de siempre, somos irremediablemente contagiados de su entusiasmo, y no tenemos más opción que el seguirle y apoyarle, porque la grandeza de los Reformadores es también su capacidad de trasmitir sus sueños a los que le siguen.

El Sistema de Mercados de San Salvador está en buenas manos y el Gerente General Andrés Espinoza, y su equipo: la Lic. Tatiana y la siempre activa Lic. Dina López, son la garantía clara que se está caminando por el camino correcto, por la repuesta necesaria que los mercados de San Salvador esperaban.

El alcalde Quijano: una estafa monumental.

Le llamó "parque bicentenario" o algo así. Llevó su obsesión arboricida y encementadora a la Finca El Espino, hizo sendas y un parqueo...y le llamó obra ecológica. Luego invitó a la población a asolearse...COMPLETAMENTE GRATIS (claro, estábamos en campaña electoral). Hoy que ya se reenganchó ayudado por la ceguera ciudadana, el alcalde ya comenzó a cobrar la entrada, y la máscara electorera se le cayó.
Y ¿Ya pasaron por la Plaza Barrios? La tan cacareada "remodelación" no era tal: arrancó la barda metálica, hizo algunos bancos bayuncos de cemento, puso unas astas de banderas y, por supuesto, destruyó algunos árboles. Lo único que parecía novedoso eran unos hoyos en el suelo que tiraban agua. Pero ¿Saben que? YA NO FUNCIONAN!!
Es tiempo ya que la ciudadanía se de cuenta que este alcalde es un fraude monumental, una triste estafa a la población de San Salvador reafirmado lamentablemente por los abstencionistas, y que tendremos que soportar por tres largos años. Esperemos que después venga la cordura.

Agresión fascista derrotada por los Trabajadores Municipales

El canto y la consigna, ese fuego poderoso que tanto temen los tiranos, quemaba al rededor de la Alcaldía de San Salvador. Cientos de trabajadores municipales, sin vacilación ni miedo, llegaron a gritarle a Quijano sus exigencias y sus necesidades, que tanto han crecido en estos dos años oscuros. Con Guaraguao de fondo, que los muros de metal no lograban detener, el alcalde no tuvo más que apertrecharse temeroso. ¿Que hacer ante esta multitud decidida y desafiante? ¿Recibirles y convencerles? ¿Negociar y ceder? Difícil decisión para quien ha demostrado poca capacidad negociadora y mucha capacidad atropelladora.
Entonces llegó la respuesta, la única que conocen. Una gran cantidad de sujetos, torvos y agresivos, llegaron desde la Novena calle y atacaron a la concentración arrancando las mantas y pancartas. Con palos y piedras, trataban obviamente de disolver la protesta, y la agresión fascista comenzó. Pero los trabajadores aguantaron, y con ejemplar valentía y arrojo, sostuvieron la plaza. No les quedó otra a los esquiroles que retirarse luego sin lograr lo que era su misión: humillar y sojuzgar al pueblo trabajador, ahogar su protesta y su justo reclamo.
Antes de irse, el alcalde está demostrando su esencia antidemocrática, y si no manifiesta su condena a estos hechos vergonzosos, será cómplice de esta agresión artera.
Vaya nuestra admiración a los valientes trabajadores municipales y nuestro reconocimiento a su prudencia y claridad de pensamiento. A la siempre oportuna y valiosa presencia de la Procuraduría de Derechos Humanos, y a la Policía Nacional Civil.
A nosotros, los que desde un lugar seguro fuimos testigos pusilánimes de estos hechos y no hicimos nada, aunque pregonamos otra cosa, solo nos queda lo que Víctor Jara nos gritaba desde el camioncito de FENASTRAS: "Usté no es ná, ni chicha ni limoná". Y uno piensa...y vuelve a pensar.

San Salvador y sus tres años bárbaros....

Envalentonado y soberbio, ha disfrutado hasta hoy de la generosa prudencia de la gente, que ha permanecido callada ante los desmanes y abusos que por su incapacidad perpetra. Cuando lanzó a la miseria a miles de ciudadanos, desalojando a los cabezas de familia de sus fuentes de trabajo, convirtiendo a San Salvador en una exhibición de carretillas y barriles, comenzó a perderse. Y comenzó una obsesiva destrucción de árboles y a llenar de vallas y rótulos las plazas y los parques de San Salvador, lugares que deben ser oasis exclusivos de paz y tranquilidad, y no agobiantes zonas de propaganda asfixiante. Y repintó, remodeló y por supuesto, reinauguró las obras que le dejó la Administración anterior. Y en un estado lamentable de paranoia y delirio de persecución (la conciencia debe tener algo que ver) ha rodeado a la Alcaldía de enormes portones, ha bloqueado las calles aledañas y se ha dedicado a quejarse que el presidente no lo recibe, que los ministros no le contestan y que si no ha cumplido sus promesas de campaña es porque Rodrigo Avila no ganó (?)
Hoy está comenzando una nueva faceta de su desgobierno: su fase privatizadora. Quiere privatizar los mercados, el alumbrado público, y, por Dios, dicen que quiere privatizar el Parque Hula-Hula a unos extranjeros para que hagan un edificio para alojar vendedores. Si eso es cierto, alguien debe decirle que si no se han reconstruido los edificios dañados de la zona, es porque está sobre una concentración de fallas sísmicas que vuelven altamente riesgosa cualquier construcción, así que es mejor que busque otro negocio para sus amigos, y que deje en paz a los vendedores.
Otro botón demagógico: Quiere borrar los graffitis. Achís, pero eso es hipocresía. ¿Y que no es él quien ha llenado las paredes de graffitis: "NORMAN QUIJANO ALCALDE"?
No, definitivamente, San Salvador no se merecía estos tres años bárbaros.

Quijano: Ese fraude monumental. Una propuesta de la Pequeña Empresa.

La gran tarea pendiente, la reactivación comercial del Centro de San Salvador, comienza a tomar forma en la propuesta que se presentará al Candidato a Alcalde Jorge Schafik Handal, del FMLN. Y es nuestra única esperanza. Porque esperar que el alcalde actual asuma la reactivación del centro trasladando actividad comercial quitándosela a sus patrocinadores, grandes comerciantes de los Centros comerciales, es una ingenuidad.
Las acciones electoreras que ha realizado, con la fundamental ayuda de la UMO del gobierno, están a punto de agotarse. Ahora conocerá la ciudadanía la cruda verdad: Este alcalde no es más que un FRAUDE MONUMENTAL, una estafa montada contra el pueblo de San Salvador.
Ha desforestado la ciudad, endeudado la Municipalidad, aumentado tasas, tributos y licencias, repintado y redecorado las obras que dejó la pasada Administración, y después de dos años su ejecución de proyectos en las comunidades es lamentable.
Pero dejémoslo en su paranoica Fortaleza, rodeado de portones, barricadas y cámaras y comencemos nosotros a trabajar en serio: Necesitamos que el centro reciba de nuevo a compradores y para eso deben habilitarse parqueos al costado de las calles. De nada sirve que sea fácil para los vehículos correr por el centro, si todas las calles son ejes preferenciales. Debe trabajarse un proyecto conjunto Municipalidad-Comerciantes Formales Organizados para desencadenar acciones de cogestión que le den a San Salvador aquella vibrante actividad empresarial de antaño. Debe potenciarse la Cámara Empresarial del Centro, para definir y facilitar los elementos necesarios: Crédito, Comercialización, Bodegaje y otros. Y debe, como fundamental objetivo, crearse un plan de seguridad, amplio y eficiente, para proteger a compradores y comerciantes.
Este amargo paréntesis de incapacidad y corrupción desaparecerá en Mayo del 2012, pero es nuestra responsabilidad devolver a San Salvador su alegría, su pujanza y su esplendor. Es misión que debemos asumir, por que la Capital es de todos y de todas.

Ya tenemos candidato. La misión del Rescate de San Salvador comienza.

El Rojo brilló el sábado pasado y el ambiente se estremeció con el Canto Revolucionario. Tenemos candidato. Y al ser presentado, Jorge Schafik hizo vibrar el anfiteatro con su enérgica voz y su hablar sencillo, como se le debe hablar al pueblo. Ahora ya sabemos de su determinación y su energía, de su voluntad de entrega y su disposición a la lucha. Ahora tenemos para afianzar el rescate de San Salvador, todo una impresionante estructura partidaria, con claridad militante, que junto a Jorge Schafik, se vuelve una maquinaria poderosa y aplastante ante el enemigo cobarde. Comienza la misión. Y los distritos se levantan en su lucha angustiosa por sus proyectos pendientes. Las asociaciones empresariales y gremiales plantearán sus propuestas de formación de políticas para el Rescate comercial del Centro. Los Mercados ofrecen su disposición combativa de siempre, y piden también espacios de participación, colaboración y propuesta. La hora llegó, y como luchadores sociales que somos, esperamos la orientación y la palabra de Jorge Schafik para afianzar el triunfo. ¿Los otros? Los otros que sigan con los pies atorados en el estercolero que ellos mismos se metieron. La misión nuestra no debe desviarse ni debilitarse, porque Jorge Schafik se lo merece, porque San Salvador se lo merece.

Y ahora, ¿Para que sirve el Alcalde?

Con su lógica implacable, Schafick nos dió una lección de ordenamiento que dieciocho años después está demostrando su valor y su verdad. Era 1993, y Schafick era candidato a la Alcaldía de San Salvador con pocas oportunidades de triunfo dado el férreo control del sistema electoral impuesto por Arena. La Pequeña Empresa, en su primer evento de apoyo al FMLN, en base a su Alianza Político-electoral, le ofrecía un desayuno en el Hotel Alameda, y uno de los asistentes le hizo una pregunta, quizá con un poquito de mala intención: ¿Como hará para quitar la ventas ambulantes del centro de San Salvador? "No he estudiado el tema a fondo-contestó-pero la verdad es que los vendedores van detrás de la gente y la gente va detrás de los buses. Por lo tanto, sacando los buses del centro, también se salen los vendedores."

Hoy, que somos espectadores atentos a un gran esfuerzo de ordenamiento diseñado y desarrollado por el Gobierno Central, al mismo tiempo de felicitar y reconocer la oportunidad y la eficiencia del Proyecto, también aprovechamos para recordar al Líder, cuya voz todavía seguimos.

Y esto nos lleva a otra reflección: el actual alcalde no ha hecho mas que tratar de continuar, muy débilmente, lo obra comenzada por el anterior Concejo Municipal: las Campañas de Salud, las vedas de armas, las ciclovías, los eventos artísticos y deportivos, la enseñanza de artes y oficios y la Seguridad ciudadana; y ha fracasado miserablemente en los proyectos para las comunidades y los mercados, y ya quisieran exhibir algo como la obra monumental desarrollada en todo San Salvador por la UEPAC bajo la dirección del Ingeniero Francisco José Gomez.

Lo único que le quedaba intentar era el ordenamiento del Centro, y comenzó con pequeñas y torpes acciones de desalojo en la periferia, sin atreverse a entrarle al Centro Histórico, que es donde truenan los cacahuates. Pero el Gobierno Central, sin mucho hablar, ha desencadenado una acción que va a transformar, quizá para siempre, la cara de San Salvador.

Entonces, ante esta nueva realidad solo queda preguntarnos: "Y ahora, para que sirve el Alcalde?"