Le llamó "parque bicentenario" o algo así. Llevó su obsesión arboricida y encementadora a la Finca El Espino, hizo sendas y un parqueo...y le llamó obra ecológica. Luego invitó a la población a asolearse...COMPLETAMENTE GRATIS (claro, estábamos en campaña electoral). Hoy que ya se reenganchó ayudado por la ceguera ciudadana, el alcalde ya comenzó a cobrar la entrada, y la máscara electorera se le cayó.
Y ¿Ya pasaron por la Plaza Barrios? La tan cacareada "remodelación" no era tal: arrancó la barda metálica, hizo algunos bancos bayuncos de cemento, puso unas astas de banderas y, por supuesto, destruyó algunos árboles. Lo único que parecía novedoso eran unos hoyos en el suelo que tiraban agua. Pero ¿Saben que? YA NO FUNCIONAN!!
Es tiempo ya que la ciudadanía se de cuenta que este alcalde es un fraude monumental, una triste estafa a la población de San Salvador reafirmado lamentablemente por los abstencionistas, y que tendremos que soportar por tres largos años. Esperemos que después venga la cordura.
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Sería interesante saber qué hizo con las bardas metálicas.
ResponderEliminar¿Sería que anda vendiendo hierro para fundirlo o habrán ido a parar a la mansión de alguno de sus amigos?
Irma
Además quito el pebetero, quen con motivo del 25 aniversario del asesinato de Monseñor Romero la Alcaldía mando a construir frente a Catedral, que lástima.
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