Y a que llegaron, pues?

Sabida es la tremenda incapacidad mostrada en la gestión de cobro de Tasas y Servicios por esta administración municipal. Lo mas que han hecho es prorrogar la ordenanza de dispensa de intereses que acordó el Concejo Municipal anterior. No más. Por eso entregó el calzado, prestación ganada a pulso de lucha por los trabajadores, casi un año después. Por eso trató de escamotear la prestación de útiles escolares. Por eso hay un temor, bien fundado por cierto, que ante la incapacidad de administrar directamente, anden ofreciendo la concesión de plazas y parques de San Salvador. Ojalá y no sea así. Sería doloroso que el mágnifico Parque Ecológico El Talapo, proyecto hermoso de la Dra. Violeta Menjívar y desarrollado por la Arq. Gulnara Marroquín, terminara en manos de una empresa comercial, cuyo fin primordial es el lucro y la ganancia. O el Katia Miranda. O el Complejo Deportivo Chapupo Rodríguez. (Dicen que lo han andado midiendo ¡Alerta!) O tantas otras de la enorme cantidad de obras que legó a San Salvador la Dra. Menjívar y su Concejo Municipal. Después de casi un año, el panorama es desolador. Ya de las promesas de campaña ni se habla: ni de los buses-chorizo, ni de las monumentales bóvedas que quería que se las hiciera Gérson Mártínez, ni del reordenamiento del centro que ¡solo era de sentarse con las vendedoras!. De eso ya olvidémonos. Pero pronto van a comenzar a cacaraquear con un proyecto de casas ¡Que se las financió la cooperación a través del Gobierno de Mauricio Funes! Aparte de los pájaros bayuncos de la Colonia Centroamérica, nada novedoso han presentado a sus electores, sean del municipio que sean, que nos hagan olvidarnos que ahora hay ventas y basura en tooodos lados. A propósito de basura, ya anunciaron una forma novedosa de procesar la basura: la van a convertir en COMPOST. Dios Mío, si eso es un proyecto viejo de la Alcaldía! Pero para decepciones, por hoy, basta.